El apagón de Facebook y cómo va a afectar al futuro de las redes sociales

La crisis reputacional de Facebook se ensanchó con el mayor “apagón” de su historia reciente, que el pasado 04 de octubre dejó sin servicio durante más de cinco horas a las tres principales aplicaciones de la compañía: Facebook, Instagram y WhatsApp. La caída se produjo en el peor momento posible para el gigante digital tras las filtraciones de Frances Heugen, extrabajadora que envió a The Wall Street Journal documentos que evidencian las malas prácticas de la corporación dirigida por Mark Zuckerberg.

La documentación de Heugen demuestra que Facebook oculta de manera sistemática e intencionada evidencias sobre los efectos perjudiciales de sus redes, «prioriza los beneficios sobre la seguridad pública y pone en riesgo la vida de las personas” (en palabras de la exempleada en el Senado estadounidense) y no actúa con determinación para frenar su contribución al fomento de discursos de odio, violencia o desinformación. Desde las primeras revelaciones sobre las malas prácticas de Facebook, la compañía ha caído más de un 13% en Bolsa.

La crisis mayúscula en el gigante tecnológico puede propiciar importantes consecuencias en la industria digital e incluso en el futuro de Internet:

Gran impacto en la conversación y crecimiento de la competencia

Durante las horas en que los servicios del ecosistema Facebook estuvieron inoperantes, se sucedieron múltiples efectos de enorme calado. Aplicaciones de mensajería alternativas a WhatsApp crecieron de forma vertiginosa: Telegram sumó 70 millones de usuarios y Signal también vivió un gran aumento.

Las llamadas de voz convencionales crecieron un 40%, en Telegram un 190% y en Skype un 210%. El impacto en la conversación en redes sociales en España también fue brusco, disparándose de forma paralela las temáticas sobre la caída de las aplicaciones y sobre las posibles alternativas en mensajería instantánea.

Las búsquedas en Google también reflejan el impacto que supuso el “apagón”, que en el caso de España fue más centrado en WhatsApp.

Nueva ola prorregulatoria de los gigantes digitales en Estados Unidos

Tras el escándalo de Cambridge Analytica en 2018, cuya campaña de desinformación tuvo efectos en la victoria de Donald Trump en las elecciones norteamericanas, las voces críticas en torno a la figura de Zuckerberg y la necesidad de regular la concentración de poder de Facebook no han hecho más que crecer en EE.UU. Parece que hay consenso entre demócratas y republicanos en la necesidad de tomar medidas contra la compañía, aunque no existe una idea clara cuál es la mejor forma de hacerlo. 

Impacto de la pérdida de reputación de Facebook entre los usuarios

Los efectos dañinos de Instagram en los adolescentes que revelan los llamados ‘Facebook Files’, filtrados por Frances Heugen, han afectado gravemente a la reputación de la compañía entre los usuarios. Especialmente por la poca transparencia en los algoritmos y, sobre todo, la nula voluntad de la compañía por solucionar estas cuestiones. La crisis ha paralizado el proyecto “Instagram Kids”, dirigido para preadolescentes y que pretendía controlar aspectos clave como el acceso, los contenidos o la publicidad. No obstante, muchos expertos recelaban de la efectividad de la nueva plataforma.

Sin acceso a Internet en países en vías de desarrollo

Una de las obsesiones del negocio de Facebook es introducirse como operador de internet en países en vías en desarrollo, con el objetivo de acabar siendo un actor relevante en otros servicios muy rentables como el negocio bancario. Tal y como apuntaba el MIT Technology Review, más de 100 millones de personas dependen del servicio de acceso a la red Facebook, principalmente en África, y WhatsApp es la única vía de comunicación con el exterior para muchos afganos que aún intentan huir del régimen talibán.

Los errores recurrentes de la compañía, así como la mala reputación de su fundador, amenazan el desarrollo futuro de Facebook y pueden propiciar movimientos de enorme calado en todos los ámbitos (financiero, regulatorio, usuarios…) y modificar la correlación de fuerzas en la industria digital.

Autor: Nacho González, Documentation Expert y Consumer Intelligence Analyst