¿Cómo puede el blockchain revolucionar el Sector de las energías renovables?

Aplicar el blockchain en el sector de energías renovables ha supuesto una disrupción en el mercado, transformando todos sus procesos y acelerando la producción de energía, su venta y su distribución. La digitalización del sector energético marca un antes y un después, y permitirá en un plazo muy breve una velocidad de comercialización de la energía sin precedentes.

Entre sus muchos cambios, el blockchain en el sector de energías renovables optimizará la oferta de fuentes energéticas y mejorará la relación de los usuarios con los avances tecnológicos más destacables del sector. Entre ellos se incluyen la autosuficiencia energética, los sistemas de almacenamiento o los vehículos eléctricos.

Sin duda, el blockchain supone un salto más hacia un modelo energético más sostenible. Sobre todo, desde el punto de vista del objetivo de descarbonización, puesto que contribuye a acelerar la desaparición de combustibles contaminantes como el petróleo y el carbón.

La revolución del blockchain en el sector de energías renovables: cómo cambiará el mercado

No hay duda de que el blockchain en el sector de energías renovables supone una gran disrupción del modelo energético. Será cuestión de tiempo para que surjan nuevos modelos de negocio que revolucionarán completamente la producción, la distribución y el consumo de energía. Aunque también producirá un efecto dominó que transformará muchos otros sectores.

1.- Autosuficiencia energética

Gracias a la introducción del blockchain en el sector de energías renovables hoy se puede hablar de «prosumidores», consumidores que, al mismo tiempo, producen su propia energía. Por tanto, existe una tendencia a la autosuficiencia energética gracias a sistemas fotovoltaicos y baterías de gran capacidad de almacenamiento.

Sin embargo, hoy en día el proceso de distribución de este modelo sigue centralizado y controlado por las empresas de servicios y las grandes eléctricas. Aunque los bitcoins podrían causar una fuerte disrupción en el sector y permitir que los consumidores vendan su energía entre sí.

Es decir, lo que permitiría el blockchain es poner en marcha un sistema digital de compra y venta de energía en el que estos prosumidores venden su excedente. Así se facilitaría la interacción con los demás consumidores de la red eléctrica. Estas transacciones ocurren bajo un sistema P2P o «peer to peer» que resulta más fácil y ágil puesto que ocurre entre iguales, sin necesidad de intermediarios.

2.- Un impulso a la sostenibilidad

Uno de los grandes retos del sector energético es construir un modelo más sostenible en el que el acceso a la energía sea más seguro, eficiente, limpio y económico. Y el blockchain en el sector de energías renovables tiene mucho que aportar en este sentido.

La digitalización completa del sector y la inteligencia artificial pueden contribuir a bajar los costos de las tecnologías de medición de la energía, y gracias al blockchain, en un futuro será posible transformar toda la información en vectores en los que se pueda llevar a cabo una completa trazabilidad de la energía, así como gestionarla totalmente mediante soluciones virtuales basadas en I.A.

¿A qué llevaría todo esto? Lo cierto es que los sistemas de medición energéticos digitales pueden ayudar a crear nuevos modelos de negocio donde los consumidores puedan comprar su energía de forma directa. Esto supone poder elegir la fuente de la cual adquirirla, lo que provocaría una auténtica liberación en el mercado.

3.- El hidrógeno verde: la energía del futuro

El hidrógeno verde es una de las energías renovables más prometedoras del actual paradigma energético. Por ello, muchas empresas siguen investigando fórmulas para avanzar hacia la transición energética y la descarbonización.

Sin embargo, al hablar de sostenibilidad no se puede tener sólo en consideración la propia materia prima. Para que la huella de carbono disminuya significativamente y se pueda hablar de energía limpia, todos los procesos de la cadena deben ser sostenibles. Desde la conversión y el almacenamiento, hasta el transporte y la distribución.

¿Cómo controlar las diferentes etapas del hidrógeno verde? Aplicar el blockchain en el sector de energías renovables permitirá centralizar toda la información de los procesos. Esto incluye tanto el origen de la producción, como su llegada al consumidor final.

Es decir, el blockchain puede ayudar a trazar, medir y validar la cadena de producción del hidrógeno, fichando la fuente de energía, asegurándose de que no existan desfases en la contabilidad del suministro y controlando todos los costes energéticos de su producción y transporte.

4.- Un marketplace digital de energía

Las fluctuaciones en el precio de la energía es una de las principales preocupaciones tanto de las centrales energéticas y productores, como del consumidor final. En el caso de muchas de las renovables, estas variaciones están supeditadas en buena medida a factores ambientales.

Por ejemplo, la energía solar es la más económica, pero por la noches no hay sol con lo que su generación queda paralizada. Lo mismo ocurre con los molinos eólicos. Los seres humanos no pueden controlar el viento, así que la cantidad de energía a producir tampoco se puede controlar.

Por otro lado, los sistemas hidroeléctricos y las centrales térmicas funcionan con diferentes costos según la hora y el día de la semana. Por ello, el balance y la facturación suelen ser mensuales en casi todos los países del mundo.

En el futuro, el blockchain en el sector de energías renovables permitirá crear una especie de marketplace digital de compra y venta de energía. Así, y con ayuda de la inteligencia artificial se podrán realizar en tiempo real transacciones de energía de forma automatizada. La principal ventaja es que se podrá elegir la energía más barata y más sostenible en todo momento. Todo ello sin el riesgo de que las comercializadoras especulen con los precios.

5.- Un sector energético más seguro

Gracias al blockchain toda la información susceptible de ser trazable se vuelve más segura. Con esta tecnología los datos quedan centralizados  y pueden ser verificados por todos los participantes de la red eléctrica.

De esta manera, la seguridad se incrementa, mejorando el control sobre el registro de combustibles, los insumos, el cálculo de costos marginales, etc. De cara a los consumidores, la medición de energía para la facturación también es mucho más transparente.

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