Curación de contenidos e infoxicación pueden parecer términos completamente opuestos. Y aunque en realidad lo son, lo cierto es que la infoxicación puede manejarse fácilmente a través de la curación de contenidos.
Diariamente son publicados miles de millones de contenidos en Internet y, como el efecto es acumulativo, cada vez hay una mayor cantidad de información disponible online. Lógicamente, esta ingente cantidad de datos supera con creces la capacidad que tienen las personas de procesarla, por lo que claramente se encuentran ante uno de los principales problemas de la era digital: la saturación informativa.
A esto hay que añadirle otros males típicos de la digitalización que no hacen sino agravar el cuadro. Se trata de fenómenos como la desinformación y las fake news, cuyo crecimiento está siendo imparable e, incluso, se calcula que para el próximo 2022 la mitad de los contenidos en Internet será falsos.
Es muy sencillo imaginar una definición para la palabra infoxicación, puesto que la propia palabra es lo suficientemente gráfica. Pero, ¿cómo funciona exactamente este síndrome? Lo primero que hay que tener en cuenta es que la inmediatez del entorno online es un factor de peso para terminar «infoxicado». Muchos usuarios pueden sentir que están obligados a consumir grandes cantidades de información diaria. Esto lo que provoca es una enorme sensación de agobio pero, al mismo tiempo, una especie de adicción a consumir contenidos rápidos.
De esta manera, no resulta difícil terminar completamente bloqueado. Un estado que lleva, a su vez, a intentar salir del paso consumiendo información de forma superficial. Por ejemplo, leyendo en diagonal, o descartando un contenido de calidad porque resulta un poco extenso. ¿Cuál es el mayor problema de esto? Pues que los usuarios desarrollan una mayor predisposición a consumir información falsa sin hacer uso de su criterio para formarse opiniones informadas.
Desde el punto de vista de los profesionales del marketing y la comunicación, la infoxicación aún tiene mayores consecuencias. Por un lado, a la hora de generar contenido y mensajes hacia el público al que se dirigen. Por otro, cuando se necesita recopilar datos e información que permitan tomar decisiones estratégicas importantes para la marca o empresa.
De hecho, es habitual que en los departamentos de marketing se tenga una creencia errónea de que cuantos más datos se manejen y se incluyan en los informes, el trabajo es de mayor calidad. Pero lo cierto es que, para evitar la infoxicación, la labor de filtraje de información es algo esencial. Sobre todo, porque las fuentes suelen ser muy diversas y, por ende, los datos que ofrecen pueden ser, incluso, contradictorios.
De esta manera, es responsabilidad de los profesionales aprender a cribar lo relevante de lo que no lo es. De lo contrario, pueden surgir una gran cantidad de problemas:
Estos riesgos hacen necesario que curación de contenidos e infoxicación se aborden conjuntamente para garantizar siempre que se le ofrecerán contenidos de calidad e información transparente y veraz a los usuarios.
La curación de contenidos es uno de los remedios más eficaces contra la saturación informativa. Esta técnica del marketing consiste en seleccionar, filtrar, organizar y editar toda aquella información relevante y de calidad para el público objetivo de una marca para, posteriormente, compartirla en otros canales digitales. Por ejemplo, en blogs, en perfiles sociales o en páginas web.
El secreto está en saber buscar información que resulte idónea para el público al que va destinado. Pero es importante desarrollar un sistema de filtrado eficaz para poder discernir cuáles son los datos relevantes, y cuáles simplemente generarán ruido durante el proceso de creación.
Curación de contenidos e infoxicación son dos conceptos que no hay que perder de vista si se espera ofrecer contenidos de calidad que generen tráfico para la marca y le ayuden a construir una buena reputación.
Como ya sabrás, curación de contenidos e infoxicación son algo a lo que los departamentos de marketing hacen frente a diario. A la hora de trabajar en estrategias de content marketing es importante mantener el sentido crítico a punto, puesto que el constante análisis de la información es una de las claves para llegar a buen puerto.
El proceso de curación de contenidos para evitar la infoxicación o contribuir a ella conlleva realizar una serie de pasos. Hay que tener presente que la curación no se trata simplemente de recopilar información sobre un tema, sino que procura encontrar el contenido con mayor valor para el público objetivo.
El primer paso cuando se habla de curación de contenidos e infoxicación es la búsqueda de fuentes de información que puedan ser útiles para obtener datos valiosos. Pero no se trata de buscar cualquiera. Incluso, aunque aparezca en los primeros puestos de los resultados, que suele ser indicativo de contenido relevante, siempre hay que realizar una investigación sobre la fuente y el contenido. No te dejes deslumbrar por los sitios populares porque, a veces, no es garantía de calidad.
La forma más sencilla de hacerlo es contrastar la información. Por ello, al hacer curación de contenido es importante mirar varias fuentes y no quedarse con la primera con la que te has topado.
Algo que sucede con bastante frecuencia es pasarse con el número de fuentes consultadas. Normalmente, esto ocurre cuando dentro de un contenido el usuario percibe algún tipo de carencia (puede ser una idea que no comprende bien, o falta de contexto) e intenta buscar otra fuente que le rellene esos espacios en blanco. Y esa nueva fuente, a su vez, le lleva a otra, y a otra. Al final, el usuario encuentra incongruencias en la información e intenta solventarlas, pero vuelve a iniciar el ciclo.
Dependiendo del grado de especialización que requiera el contenido en función de la audiencia a la que va dirigido, a veces filtrar no resulta sencillo. Sin embargo, una regla básica que sirve de aplicación tanto para un nivel bajo de especialización, como para uno elevado, es mantener las cosas lo más simples posible. Plantéate si, por ejemplo, al eliminar ese dato que no tienes muy claro es posible comprender el resto de la información. O si esos apuntes que has añadido realmente aportan valor a tu contenido.
Otra de las fórmulas más habituales para trabajar con los conceptos de curación de contenidos e infoxicación es utilizar aplicaciones especializadas en la recopilación de contenidos. Internet es un entorno muy inmediato, pero eso no quiere decir que debas consumir en el momento toda la información que capta tu atención.
Para ello, puedes utilizar gestores de contenido como FlipBoard, Paper.li, Pocket o Feedly. Es la manera más eficaz de mantener organizados los medios y las fuentes que más consultas.
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