La razón de la intuición
Rebold Marketing - Innovación
2023-02-14Pablo Sativa, Chief Creative Officer Rebold Chile
Sin duda vivimos en una industria cada vez más racionalista, donde el marketing
cortoplacista cobra más fuerza en busca del impacto inmediato y donde la cesta de la compra de las personas se llena cada día más de productos indiferenciados. Las marcas, en esta búsqueda frenética de relevancia mediante la performance, se han vuelto más reactivas de su entorno cultural que propositivas, comportamiento que se potenció en pandemia.
Es aquí donde una industria que declara conocer al consumidor mejor que nadie,
pareciera olvidar justamente cómo éste toma gran parte de sus decisiones: de manera intuitiva.
Solo el 20% de la materia gris de nuestro cerebro está dedicada a los pensamientos
conscientes. La mente consciente es capaz de prestar atención a 9 trozos de información
y 40 estímulos por segundo, la inconsciente capta un millón de veces más información y
recibe hasta 40 millones de estímulos por segundo de forma simultánea.
En este sentido, cabe destacar que cuando los consumidores se enfrentan a decisiones de bajo riesgo, tienden a confiar en procesos más deliberativos y lógicos, mientras que, frente a decisiones mayor riesgo,
recurren a procesos asociativos e intuitivos, según un estudio elaborado por HBR. Y es justamente
aquí donde las marcas que entiendan que son un constructo dentro de la percepción de
cada persona, pueden marcar la diferencia. La intuición es un proceso de conocimiento tan real como el conocimiento racional, es común a todas las personas y se apoya en toda la información inconsciente que recibimos.
Quizá, si volvemos a abrirle la puerta a la intuición en nuestra toma de desiciones, a
escuchar a ese creativo que siente y vive la cultura en el estómago, aunque no encuentre
el lenguaje capaz de racionalizar dicho sentimiento (porque no existe), logremos construir marcas más diferenciadas, propositivas y, sobre todo, más humanas.
¿Has pensado lo que tu marca podría conseguir mañana?
¡Cuéntanos!