Todavía en 2019 la medición del impacto mediático de cualquier de marca suele pasar en muchas ocasiones por la cuantificación del número de apariciones, del alcance obtenido en la audiencia o de una estimación de un retorno económico equivalente al de una inversión publicitaria similar. Este enfoque persiste desde años sin importar el canal, el contenido o la naturaleza del soporte, por lo que resulta frecuente situar en el mismo nivel contenidos de distintas actividades, con parecida relevancia de la marca y publicados en el mismo medio, y que sin embargo han generado efectos muy diferentes.
En los medios tradicionales analógicos la medición de la respuesta de los públicos hacia los contenidos se sigue realizando a través de métodos indirectos de investigación sociológica. Estas metodologías no permiten eludir la notable distancia que existe entre la lectura de una información y los efectos directos que en ese momento haya podido generar. Debido a esa distancia sus conclusiones se deben contemplar como una aproximación a la respuesta real, no exenta de contaminación por factores externos.
Por el contrario, en la actualidad, las herramientas de analítica web permiten una medición muy exhaustiva de la actividad que los usuarios realizan en los medios digitales. Por ejemplo, para el caso de los sitios web de noticias es posible conocer los usuarios de forma directa que leen cada pieza informativa, el tiempo que pasan en ella, su procedencia geográfica, el nivel de estudios o los intereses relacionados.
El marco legal de protección de datos personales y el modelo de explotación comercial de los medios limitan el acceso público a esta información, pero no la restringen completamente. Gracias a herramientas de scraping y research web podemos obtener valiosos datos sobre el uso que hacen los lectores de los botones de interacción social en cada noticia. Es decir, conocer cuántas veces se ha compartido en Twitter y en Facebook una información a partir de la lectura del propio contenido. Pero ¿qué valor añadido nos aporta realmente medir estas interacciones?
Con frecuencia recurrimos al término “engagement” para aludir al compromiso o grado de vinculación que está generando un contenido en un grupo de personas con las que puede (o no) formar una comunidad. Sin embargo obviamos muchas veces que no todas las reacciones que se generan en distintas redes y plataformas sociales se basan en un comportamiento racional detonado por el propio contenido. Incluso muchas de las interacciones cuyo objetivo es viralizar una publicación se producen con una tasa de apertura de los enlaces muy reducida o un tiempo de permanencia en incompatible con la comprensión de cualquier mensaje.
Al medir las interacciones que se registran en cada página, podemos establecer una relación de causa-efecto entre el consumo de su contenido y la reacción posterior de aprobación y validación que representa la difusión en redes sociales. De esta forma conseguimos medir una reacción no instintiva de los lectores, una acción que implica una voluntad de difusión de una información que valoran por su utilidad.
En este punto es importante tomar en consideración que no todos los medios generan volúmenes similares de interacciones. En primer lugar, es decisivo el alcance o audiencia potencial de cada uno de ellos, y que habitualmente se mide a través del número medio de usuarios únicos que acceden. Medios de mayor audiencia tenderán a generar mayor número de interacciones, por lo que una medición correcta del engagement debe poner en relación ambas variables. En segundo lugar, también es importante contemplar la especialización del medio y los hábitos de comportamiento de la audiencia a la que se dirigen. Medios de automoción, moda o belleza suelen disponer de audiencias muy participativas, frente a fuentes de contenido más profesional que se dirigen a otros grupos menos activos.
De la correcta ponderación de ambos factores, interacciones y audiencia, obtenemos el engagement generado por cualquier noticia publicados on site, esto es, en el propio medio. La medición del engagement on site tiene múltiples aplicaciones y utilidades:
Incorporando esta medición a un análisis recurrente podemos identificar tendencias a medio y largo plazo, estableciendo objetivos y definiendo estrategias adecuadas para alcanzarlos. En definitiva, permite diseñar una planificación de la comunicación en medios ganados poniendo el foco en nuestros grupos de interés y conociendo al detalle cómo afecta la información publicada en medios en su actitud y su comportamiento hacia la marca.
Alfredo Orte Sánchez
Media Intelligence Manager, Rebold
Si quieres saber más acerca de cómo Rebold te puede ayudar a conseguir la excelencia en la medición y evaluación las acciones de comunicación, y que ayuden a visibilizar y analizar estrategias y resultados, pincha aquí. Si necesitas ampliar información o saber más acerca de nuestra metodología de medición de los out-takes, por favor contacta con comercial@letsrebold.com.
En la actualidad, el marketing ha evolucionado de manera significativa, adaptándose a las nuevas tendencias…
En los últimos años, utilizar imágenes es una de las maneras más efectivas de comunicar…
En la actualidad, resulta indispensable medir la efectividad de las campañas publicitarias. Las UTMs de…
El propósito principal de toda empresa es lograr que su público objetivo adquiera sus productos…
En la era digital, el Big Data en marketing se ha convertido en una herramienta…
La Cadena de Valor de Porter es un concepto fundamental en la gestión empresarial y…